¿QUÉ PASA CON EL
POLIDEPORTIVO? Noviembre 2012
Muchos comentarios se oyen por los
bares y los corrillos de nuestro pueblo acerca de nuestro ansiado Polideportivo. Muchos de ellos parten
de concejales que no quieren verlo terminado, porque sería culminar el
mayor proyecto del Gobierno del PSOE y tienen que “vender” que estaba mal
hecho, para justificar la oposición que hicieron a su construcción desde que se
comenzó.
El pabellón, muy demandado por los
muelenses desde hace tiempo, fue
proyectado a la medida que un pueblo como
Muel merecía, pero por su
presupuesto se decidió hacer en dos fases, que permitieran a su vez
conseguir subvenciones en diversos años de las diferentes instituciones. El
proyecto fue diseñado por el que era
entonces arquitecto municipal, tras ser seleccionado en un procedimiento
negociado al que se presentaron
varios arquitectos y fue aprobado por el pleno del Ayuntamiento de Muel. A
propuesta de algunos de los concejales de la oposición se hicieron una serie de cambios en el
proyecto como poner las gradas fijas, añadir más vestuarios, etc., que no
afectó al precio que cobraba el arquitecto, aunque sí incrementaba el precio
final de la construcción.
El precio de la redacción
del proyecto se estableció en el
pliego de condiciones del procedimiento negociado, siendo como máximo 60.000 €
más iva, según las tarifas del Colegio de Arquitectos, y no dependía de ningún
modo del precio final de licitación del pabellón, como han llegado a asegurar
CHA o PAR, mal informados y sin haberse
leído el expediente, por lo que se ve.
Como no podía ser de otra forma, se
sacó a concurso la licitación de la construcción de la primera fase del pabellón polideportivo por importe máximo de 1
millón de euros y hubo 27 empresas que ofertaron. La más barata fue COALVI,
bajando casi un 40% (600.000 € iva incluido),
así que para asegurar que cumplía con sus obligaciones, aún habiéndolo ofertado
tan barato, se le obligó a dejar avales por la totalidad del precio, que se le
irían de volviendo conforme cumpliera las certificaciones de obra marcadas por
el director de obra. Así pues, de la 1ª fase se consiguió reducir el coste en 400.000€.
En octubre de 2010 la secretaria
informaba que según las normas de
contratación de las Entidades Locales de
Contratos del Sector Publico, era preceptivo un informe de supervisión de
proyectos si la cuantía era superior a 350.000 €, y también apuntaba que: ” la
supervisión podrá efectuarse por las oficinas de la propia entidad contratante y si no las tiene por DPZ”. En el mismo
informe copiaba el artículo 344 de Supervisión de Proyectos cuyo punto 2 dice:
“No será necesario el trámite formal de supervisión del proyecto
cuando haya sido redactado por los
propios servicios técnicos de la Entidad Local
interesada”. Como hemos explicado, el redactor del proyecto fue J. A. Lorente, el arquitecto del Ayuntamiento de
Muel, por lo que claramente el informe de supervisión no hacía falta. Aun así, como la
oposición 2 del PP y CHA comenzaron a poner pegas al pabellón, poniendo
la excusa de que faltaba este informe, el equipo del PSOE decidió
solicitarlo finalmente.
DPZ emitió un informe en el que decía
que faltaban algunos papeles y solicitaba explicación de algunos puntos del
proyecto, pero que en ningún caso se refería a datos técnicos, puesto que ése
no era su cometido. El arquitecto contestó a ese informe. No
se sabe muy bien por qué, ese informe nunca llegó a salir del Ayuntamiento,
aunque nosotros creíamos que ya estaba enviado. Después de 7 meses en el
Gobierno, diciendo que el polideportivo
no se podía seguir porque faltaba un informe,
en septiembre de 2012, el nuevo
equipo pidió al arquitecto redactor que
contestara de nuevo a los servicios técnicos de DPZ y por fin ha llegado el informe favorable, por
supuesto sin tener que realizar ninguna modificación de obra, así que ya no tienen excusa para comenzar la 2ª
fase.
Además, mientras tanto, se aprobó una
modificación del Plan General de Ordenación Urbana y se tramitó el cambio de
trazado del “Cordel de la Torrubia ”, una cabañera que
a su paso por Muel cruzaba en parte por donde se iba a construir el
polideportivo. Un cambio de este tipo lleva
su tiempo, por lo que para agilizar se decidió ir avanzando en la
construcción , al mismo tiempo que se seguía con los trámites. En abril de 2011
el INAGA requería al Ayuntamiento que presentara documentación que acreditara
la disponibilidad de terrenos para modificar el trazado del “Cordel de la Torrubia ”, cuestión que
tiene que certificar la secretaria del Ayuntamiento de Muel, que no hizo
entonces y que sepamos no ha hecho todavía.
Los actuales concejales de los partidos
PP, PAR y CHA, desde el primer momento se opusieron a cualquier intento de llevar a cabo la segunda fase del pabellón
polideportivo y estando en la Junta
de Gobierno se han dedicado a criticar
lo que
ya se ha hecho. Tal es su negación, que hicieron venir a técnicos de DPZ para que
revisaran el pabellón porque decían,
casi, casi, que se estaba cayendo. Por supuesto, los técnicos informaron
favorablemente y se sorprendieron de
que, estando el polideportivo como está (todo correcto), el alcalde Rafael
Aliaga y su equipo les hubieran dicho que estaba tan mal.
La 1ª fase se terminó a finales del 2011 y durante su construcción un arquitecto de
DGA supervisó el proyecto en varias ocasiones,
puesto que eran los que habían concedido las subvenciones importantes y en
ningún momento pusieron problemas, los únicos que los han puesto han sido los concejales de CHA, PP
y PAR.
Y hablando de subvenciones, para que
todos conozcamos de primera
mano las cantidades gastadas y
conseguidas de otras instituciones, aquí está el resumen de lo gestionado
por el PSOE para la 1ª fase:
GASTO TOTAL: 554.879,55 € (+IVA)
SUBVENCIONES CONSEGUIDAS: 299.131,02 €
•
DPZ (PLAN INVERSIONES
DE CONSTRUCCION EQUIPAMIENTOS 2009-2011):
60.296,54 €
•
DGA (FOMENTO Y APOYO A
LA ACTIVIDAD
DEPORTIVA 2010-2012): En principio concedieron
193.000 € pero el Gobierno del PP lo redujo hasta 128.834,48 €
•
FEDIVALCA: 60.000 €
•
COMARCA Plan Desarrollo Rural Sostenible:
50.000 €
Y alguna
otra que se llegó a pedir, antes
incluso de haber comenzado la
obra, como es el caso de una de DPZ (PIEL COMPLEMENTARIO 2009) por la
que nos habían anticipado 52.500 € en 2010
y como los plazos de concesión no coincidieron con los del comienzo de la obra,
el 22 de mayo de 2012, ya mandando
el PP en Muel, DPZ nos pidió su devolución. Esto puede suceder cuando se piden
todas las subvenciones que salen, pero más vale pasarse de solicitar, aunque alguna
se solape y haya que renunciar a ella.
Desde el 9 de mayo de 2012, la
responsabilidad de justificar las subvenciones es del tripartito, por lo que si
no lo hacen bien, se perderán, esperemos que no culpen también de eso al PSOE.
En resumen, de casi 1 millón de euros que iba a costar la
construcción de la 1ª fase del polideportivo, al Ayuntamiento de Muel le ha salido por 355.626,85 €.
No comprendemos por qué no se ejecuta
ya la segunda fase, estando resueltas las trabas administrativas y
teniendo disponible el dinero, puesto que
el PSOE ya puso 900.000 € a plazo
fijo a principio de año para este fin.
El estado
actual del polideportivo todos lo hemos podido ver: se ha dejado
abandonado, se ha estado haciendo mal
uso de él, pero ahora además se gastan dinero en poner una
valla alrededor de la tapia, cierran el acceso a los vestuarios con ladrillos y
han puesto 2 porterías y unos focos para que nuestros hijos jueguen en esas
condiciones, sin seguridad, ni dignidad. CHA se empeñó el año pasado en que
había que hacer ese “apaño” y hasta que no lo ha conseguido no han parado
de desprestigiar, para justificarlo.
Juan Marti, concejal de deporte, aseguró
que estaría acabado este año y sin Luis Gil, pero no le queda mucho tiempo para
cumplir su promesa.
Muel se merece tener un pabellón en
condiciones y lo que tiene que hacer el equipo de Gobierno es terminarlo de una vez y dotar a los niños y a todo el
pueblo en general, de un lugar seguro y digno donde ejercer sus actividades
deportivas.
Gobernar no sólo es figurar, es asumir
responsabilidades y garantizar la
seguridad a todos los vecinos, no, trasladar las incapacidades de gestión a los
padres haciéndoles firmar consentimientos.
Cada uno que opine por sí mismo, pero
con la información completa.